26 de mayo de 2014

Vivir a lo grande en espacios pequeños


Una casa sin puertas
Deshazte de las puertas de zonas comunes como salón, cocina y pasillo. Un piso sin puertas es un piso más abierto, diáfano y, por tanto, más espacioso. Eso sí, conserva las de baños y dormitorios, por eso de la intimidad y tal. Quita las puertas de los armarios para ganar espacio y dar un estilo más fresco y muy enrollado a tu habitación. Sustitúyelas por telas o cortinas y convertirás el armario en un espacio mucho más útil.

Pon una entrada en tu vida 
Si tu apartamento no tiene un ‘hall’ como Dios manda, crea uno con estilo. Convierte una estantería en un atractivo recibidor. Quita las baldosas superiores y pon unos ganchos (o unas perchas) para colgar los abrigos. Utiliza los estantes principales para dejar el bolso, la mochila, la cartera, las llaves, el móvil… y todo aquello “de última hora” que puedas necesitar cuando vayas a salir de casa. Las baldosas inferiores pueden ser una bonita zapatera.

Abandona el comedor
Este espacio sobrevalorado y poco utilizado es una pérdida de metros cuadrados en un apartamento. Está bien en las casas familiares, pero cuando vives solo o compartes piso, sabemos que prefieres picotear de pie, sobre la barra americana, en el sofá o tumbado en la cama. Haz desaparecer el comedor y conviértelo en otro espacio de vida mucho más útil para ti. 

Súbete por las paredes
Saca partido al espacio de las paredes colgando estanterías de pared; transfórmalas en el lugar perfecto para guardar y exponer objetos. Puedes variar la decoración de las estanterías cada vez que quieras para adaptarla a cualquier cosa que añadas en la habitación. Hazte con una estantería industrial para tener espacio extra si las opciones de almacenamiento de tu apartamento son mínimas y ¡guarda las cosas a la vista!
 
Crea la ilusión de un espacio más grande 
Cuelga cortinas largas cerca del techo para dar la sensación de que las ventanas son más altas de lo que parecen. Coloca una estantería o librería grande sobre una pared. Cuanto más cerca esté del techo, más grande parecerá la habitación.

Los espejos crean la ilusión de un espacio más grande

Pinto, pinto, colorito
Una solución creativa para dar color a tu piso (si no puedes o no quieres pintar las paredes) es pintar los muebles o comprarlos de distintos colores. Si no tienes complejo de Ágatha Ruíz de la Prada te quedará una estancia más luminosa, alegre y, cómo no, colorida. 

Dobla la funcionalidad
Consigue lo mejor de los dos mundos con muebles de doble (¡o triple!) función. Truco superindependiente: una mesa larga a un lado del salón es por la mañana oficina, a mediodía ‘brunch’ y por la noche barra libre.

Sírvete de las alfombras
Todos sabemos lo difícil que es que te guste el suelo del piso en el que vives de alquiler. Utiliza alfombras grandes y pequeñas para darle tu toque personal y añadir algo de estilo a tu nuevo hogar. 

Espejito, espejito 
Los espejos no solo sirven para poner morritos o ver quién está más cañón. Crea el efecto óptico de un espacio aún más grande colgando espejos donde más te guste o donde los necesites. Y aprovecha para combinar los marcos con la decoración de tu apartamento. Cuanto más largos mejor. Si gozas de la suerte de tener una pared-espejo, tienes un tesoro.

Esconde, oculta, encubre, disimula
Vivir en apartamentos pequeños o en pisos alquilados a veces implica lidiar con ‘trolls’ inamovibles. Cuando te enfrentas a radiadores, cables, enchufes, tuberías o cualquier otra úlcera ocular no deseada, utiliza cuadros modernitos, telas de colores lisos, libros vintage, macetas bonitas o cualquier objeto ingenioso que se te ocurra para hacerlo agradable a la vista. Si no, siempre puedes taparlo con un biombo apañado.

Ángel

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