28 de mayo de 2014

5 sencillas maneras de poner orden en la madriguera


1. Menos es más. 
Parece una tontería, pero es lógico: cuanto más pequeño es un espacio, menos hace falta para llenarlo. Sabemos que, sobre todo en una mudanza, se te hace difícil deshacerte de tantas y tantas cosas que llevas guardando durante años. Pero sé realista: la mayoría de las manualidades que hiciste en el colegio ya no te van a servir para nada. Y menos aún te va a aportar el horóscopo de tus primeras revistas adolescentes. Hay una sencilla razón para deshacerse de todo ese lastre, y es que por muy dura que sea la despedida, luego no vas a echar nada de menos, porque, insistimos, son cosas que NO necesitas. Respira, que la vida sigue.

2. Invierte en muebles de doble función. 
Ya lo hemos comentado, pero insistimos. Una buena opción son los otomanos, pero no los del imperio turco no, sino los baúles acolchados que también sirven para sentarse y que se suelen poner a los pies de la cama. A esos nos referimos. La parte superior de la nevera o de los muebles de la despensa también sirve para guardar cualquier cosa relacionada con electrodomésticos, utensilios de cocina y de limpieza. No os lo decimos más: se le coge el gusto rápido a los muebles que se pueden utilizar de varias maneras diferentes.


3. #Hashtags por doquier. 
Si eres de los que utiliza cajas, cajones, baúles y todo un ejército de contenedores de toda raza y especie para almacenar con el fin de “quitar cosas del medio”, te recomendamos el uso de etiquetas. Organiza todo lo más específicamente posible y asigna etiquetas diferenciadas y reconocibles a cada paquete para que no tengas que abrir y rebuscar en todas las cajas cuando vayas a buscar lo que necesitas.
Organizar en cajas con etiquetas
4. Por detrás también vale. 
Y sí, nos referimos a la parte de atrás de las puertas. Nunca vienen mal unos buenos ganchos en los que colgar una zapatera, la ropa que nos vamos quitando o la que nos vamos a poner al día siguiente en la puerta de nuestro dormitorio. De la misma forma se pueden colgar las toallas y albornoces tras la puerta del baño, o los cachivaches de la cocina en el interior de las puertas de la despensa.

5. Mantener los asientos en posición vertical y la mesita plegada. 
Tener cosas siempre por el medio es lo que hace que una casa (grande o pequeña) se vea desordenada. Por lo tanto, regla de oro: mantener todas las superficies despejadas. Convierte en una rutina diaria limpiar sillas, mesas y encimeras de trastos, tirar los que no sirvan para nada y archivar lo que pueda ser útil. Aprovecha la tarde, cuando tengas un huequito libre, o por la noche antes de acostarte, y seguro que amaneces cada día de mejor humor viendo el panorama despejado. 

En los espacios pequeños, al igual que en los grandes, también hay un lugar para cada cosa. Solamente hay que tener ganas y un poquito de ingenio para saber buscarlo ¡o redimensionarlo! Con estos 5 consejos y un poco de tu creatividad, puedes empezar a hacer de tu pequeño espacio un hogar en el que sentirte como en casa.

Ángel

27 de mayo de 2014

Guía jeroglífica del lavado


Ahora que te has superindependizado mamá ya no puede lavar la ropa por ti. Afróntalo, es hora de plantarle cara a esa máquina infernal: la lavadora. Pero antes, es importante que realices un entrenamiento previo y estés preparado para el momento de utilizarla. ¿Sabes qué es lo primero que debes tener en cuenta antes de ponerla? ¿El detergente? ¿El suavizante? ¿El estado de la economía de Honolulu? ¡NO! ¡Las etiquetas de la ropa! Sí, todos esos simbolitos raros que acabas cortando de tus camisetas cuando te pican. Esos extraños pictogramas no están ahí porque sí, debes descifrarlos para que te den la clave del verdadero lavado perfecto. A continuación, te presento la última, inigualable, fastuosa y maravillosa guía jeroglífica del lavado. Adéntrate en esta aventura sin precedentes y las manchas te tendrán miedo a partir de ahora.


Guía jeroglífica de lavado



Laura


26 de mayo de 2014

Vivir a lo grande en espacios pequeños


Una casa sin puertas
Deshazte de las puertas de zonas comunes como salón, cocina y pasillo. Un piso sin puertas es un piso más abierto, diáfano y, por tanto, más espacioso. Eso sí, conserva las de baños y dormitorios, por eso de la intimidad y tal. Quita las puertas de los armarios para ganar espacio y dar un estilo más fresco y muy enrollado a tu habitación. Sustitúyelas por telas o cortinas y convertirás el armario en un espacio mucho más útil.

Pon una entrada en tu vida 
Si tu apartamento no tiene un ‘hall’ como Dios manda, crea uno con estilo. Convierte una estantería en un atractivo recibidor. Quita las baldosas superiores y pon unos ganchos (o unas perchas) para colgar los abrigos. Utiliza los estantes principales para dejar el bolso, la mochila, la cartera, las llaves, el móvil… y todo aquello “de última hora” que puedas necesitar cuando vayas a salir de casa. Las baldosas inferiores pueden ser una bonita zapatera.

Abandona el comedor
Este espacio sobrevalorado y poco utilizado es una pérdida de metros cuadrados en un apartamento. Está bien en las casas familiares, pero cuando vives solo o compartes piso, sabemos que prefieres picotear de pie, sobre la barra americana, en el sofá o tumbado en la cama. Haz desaparecer el comedor y conviértelo en otro espacio de vida mucho más útil para ti. 

Súbete por las paredes
Saca partido al espacio de las paredes colgando estanterías de pared; transfórmalas en el lugar perfecto para guardar y exponer objetos. Puedes variar la decoración de las estanterías cada vez que quieras para adaptarla a cualquier cosa que añadas en la habitación. Hazte con una estantería industrial para tener espacio extra si las opciones de almacenamiento de tu apartamento son mínimas y ¡guarda las cosas a la vista!
 
Crea la ilusión de un espacio más grande 
Cuelga cortinas largas cerca del techo para dar la sensación de que las ventanas son más altas de lo que parecen. Coloca una estantería o librería grande sobre una pared. Cuanto más cerca esté del techo, más grande parecerá la habitación.

Los espejos crean la ilusión de un espacio más grande

Pinto, pinto, colorito
Una solución creativa para dar color a tu piso (si no puedes o no quieres pintar las paredes) es pintar los muebles o comprarlos de distintos colores. Si no tienes complejo de Ágatha Ruíz de la Prada te quedará una estancia más luminosa, alegre y, cómo no, colorida. 

Dobla la funcionalidad
Consigue lo mejor de los dos mundos con muebles de doble (¡o triple!) función. Truco superindependiente: una mesa larga a un lado del salón es por la mañana oficina, a mediodía ‘brunch’ y por la noche barra libre.

Sírvete de las alfombras
Todos sabemos lo difícil que es que te guste el suelo del piso en el que vives de alquiler. Utiliza alfombras grandes y pequeñas para darle tu toque personal y añadir algo de estilo a tu nuevo hogar. 

Espejito, espejito 
Los espejos no solo sirven para poner morritos o ver quién está más cañón. Crea el efecto óptico de un espacio aún más grande colgando espejos donde más te guste o donde los necesites. Y aprovecha para combinar los marcos con la decoración de tu apartamento. Cuanto más largos mejor. Si gozas de la suerte de tener una pared-espejo, tienes un tesoro.

Esconde, oculta, encubre, disimula
Vivir en apartamentos pequeños o en pisos alquilados a veces implica lidiar con ‘trolls’ inamovibles. Cuando te enfrentas a radiadores, cables, enchufes, tuberías o cualquier otra úlcera ocular no deseada, utiliza cuadros modernitos, telas de colores lisos, libros vintage, macetas bonitas o cualquier objeto ingenioso que se te ocurra para hacerlo agradable a la vista. Si no, siempre puedes taparlo con un biombo apañado.

Ángel

23 de mayo de 2014

Cómo darle una alegría a tu madre


Hoy vamos a tratar una cosa muy importante en esta vida. Hablemos de ese momento en el que tu madre te llama y te pregunta ¿estás comiendo bien? Entonces se te viene a la mente la pizza que cenaste anoche, y esos macarrones precocinados del mediodía, y la bolsa de patatas fritas que te metiste en el cuerpo a modo de merienda. Aunque claro, tú muy digno respondes “sí, claro” lo más rápido posible. Que no se te note un ápice de duda. Pero tu madre es lista como ella sola y está entrenada para detectar tus mentiras incluso a través de línea telefónica. Es inútil tratar de hacerle creer que estás comiendo sano. En vez de eso ¿por qué no lo intentas de verdad? Un buen comienzo sería intentar comer más frutas y verduras. Esto no sólo alegrará a tu madre, sino que además será muy beneficioso para tu salud y estarás más guapo y todo. Mira, aquí te dejo unos truquitos para que te sea más fácil.


¿Estás comiendo bien?



Tortillas
Son una buena y sencilla opción de introducir verduras en tu dieta casi sin darte cuenta. Trata de añadirles cosas como pimientos, calabacín o incluso brócoli para dar un giro a la tortilla clásica.

Cereales afrutados
Puede ser muy duro motivarse para preparar un desayuno sano y dejar de lado las galletas o los dulces. Una manera fácil de empezar bien el día es tomar un bol de cereales o avena y añadirle tus frutas favoritas. Inténtalo con frutas diferentes como la fresa o el plátano para crear nuevos sabores.

Smoothies
Si tienes prisa o necesitas una comida para llevar, un smoothie es la opción perfecta ¡ya no tienes excusa, amigo mío! Beber frutas y verduras es una forma divertida y deliciosa de obtener tu porción diaria. ¡Las opciones y combinaciones son interminables! Sólo tienes que mezclar un líquido de tu elección con tus frutas o verduras que te gusten, añadir hielo y voilà! Rico rico, sano sano.

Aperitivos saludables
Todos sabemos que esas noches en las que te tumbas a ver tu serie favorita no serían lo mismo sin picar algo. Pero ojo, que aunque no lo creas hay una alternativa a las patatas fritas y a las palomitas. Sí, sí, como te lo cuento. ¡Resulta que existen snacks sanos! Hoy en día hay una gran variedad de bolsitas preparadas que puedes encontrar en cualquier parte (ejem, Mercadona).O si lo prefieres puedes prepararlas tú mismo. Sólo tienes que cortar finas lonjas de vegetales (patatas, berenjenas, zanahorias… lo que prefieras) y asarlas en la plancha, horno o tostador. Luego agrega sal y azúcar al gusto, guárdalas en bolsas de cierre hermético y consérvalas en frío. No sólo te servirán como perfecto sustituto del aperitivo nocturno en casa, sino como snack sano que te acompañe a la universidad o al trabajo.

Salsa de tomate
Cuando estés cocinado pasta, puede ser muy beneficioso crear tu propia salsa. Esta opción te da la oportunidad de incorporar cualquier verdura de tu elección y añadir más sabor a tu plato. Ñam ñam.

Rollitos vegetarianos
Si estás a la caza de un sustitutivo del pan, ¡no descartes la lechuga! No sólo te dará ese crujido extra del que el pan algunas veces se olvida, sino que te servirá como envoltorio para tus sándwiches o incluso como cuchara.

Puré de patatas

Démosle un giro a este clásico. Puedes probar a usar mitad de patatas y mitad de coliflor. Apenas notarás la diferencia en textura, pero te quitará la culpabilidad por esos donuts que te comiste en el desayuno.

Polos de fruta
¿Buscando una manera de mantenerte fresquito? Olvídate de comprar helados y haz tus propios polos 100% fruta. Simplemente, pon tus frutas favoritas hechas puré dentro de un molde (puedes encontrar unos monísmos en Ikea) y congélalos. ¡Riquísimo!

Aderezos
Los aderezos frescos y caseros son una manera efectiva de comer más porciones de verduras. Puedes añadir a tus comidas salsa de tomate grueso o incluso guacamole, que a pesar de ser alto en calorías, es una buena manera de abastecerse de grasas monoinsaturadas saludables para el corazón.

Al rico chocolate
Venga, te dejo hacer trampas. Si crees que te es imposible comer fruta a palo seco, improvisa y haz tu propia fondue de chocolate. Es increíblemente fácil. Sólo tienes preparar brochetas con tus frutas preferidas y sumergirlas en chocolate previamente derretido. Se me hace la boca agua sólo de pensarlo ¿a ti no?

Hasta aquí algunas de las maneras más sencillas de comer más frutas y verduras. Y recuerda: si no lo haces por salud, hazlo por tu madre.

Laura

22 de mayo de 2014

La comida, como las series: por temporadas


Hoy os desgranamos una de las grandes teorías que todo superindependiente conoce pero que solo los que han sido instruidos por la élite octogenaria (o sea, sus abuelas) llevan a la práctica en su vida diaria. 

Ya lo pregona Hero a los cuatro vientos: la mejor mermelada es la de temporada. Y es que tanto la fruta como la verdura y el pescado tienen precios más económicos y están en su mejor momento de textura y sabor cuando es temporada.

«Llegando enero, los rábanos para el rabanero» dice mi abuela cada principios de año mientras da un descontento mordisco a un rábano que ya no sabe a rábano. «Y por la Virgen de Carrión (8 de septiembre) deja la sandía y coge el melón», le responde siempre mi abuelo. A través del refranero popular es como se han transmitido generación tras generación los conocimientos sobre las épocas y estaciones en las que es el momento ideal para recoger determinadas cosechas.

“Hoy en día ya hay de todo durante todo el año” ―pensaréis. Es cierto. Ya hay prácticamente todo lo que se quiera comprar en cualquier momento del año. Pero me imagino que sabréis que comprar productos fuera de temporada es otra historia:

− La producción se importa desde el extranjero o se cultiva en invernaderos.

− La cosecha se recolecta cuando aún no ha madurado (sí, está verde).

− Los frutos se refrigeran y se transportan largas distancias.

¡Ojo! No estamos diciendo que comprar y comer frutas y verduras fuera de temporada sea nada bueno o malo. Sencillamente, es diferente. Y la diferencia está en su precio, su aspecto, su sabor y en su calidad nutricional. Los alimentos naturales siguen un ritmo de crecimiento en la tierra que marcan las estaciones del año. Por eso se sabe que «es desatino, en enero, pedir pepinos».

Nosotros os dejamos nuestro particular calendario para aprender qué frutas y verduras disfrutarás más comiendo en cada época del año. Aunque lo más importante es pedir siempre consejo al frutero. Él es el experto, el que más sabe sobre lo que te puede interesar.

Calendario de frutas y verduras de temporada

No importa si es entera o troceada, con piel o pelada, sola… ¡o en ensalada! La cuestión es comer frutas y verduras, en purés, zumos, macedonias o batidos; pero siempre de temporada.

Ángel