Si has seguido la primera entrega de este artículo, enhorabuena, ¡tu superindependencia está muy muy cerca! Sólo te queda ultimar unos cuantos detalles antes de trasladarte a tu nuevo hábitat. ¿Preparado? ¡Allá vamos!
1 Semana antes
Diseña tu habitáculo: mide el espacio y ten un plan. Si puedes, date una vuelta por tu nueva casa. Mide entradas y pasillos, deja paso libre, pon cinta protectora en las puertas y dibuja un plano en el suelo de dónde van a ir tus muebles. Parece una tontería, pero te ahorrará mucho tiempo y frustraciones el día de la mudanza. Confía en mí.
Prepara un kit de supervivencia para cuando llegues a tu nuevo hogar. Deberá incluir must-haves como: tijeras, sopa de sobre, abridor de latas, destornillador, linterna, artículos de aseo personal, café, platos, cubiertos , vasos y servilletas desechables, medicinas básicas, comida para tu mascota…
Familiarízate con el área de tu nuevo vecindario y entérate de dónde están las cosas más importantes. Como el bazar chino más cercano.
El día de la mudanza
Prepara cuerpo, mente y estómago. Relájate y procura descansar en condiciones la noche antes. Levántate temprano y toma un desayuno nutritivo para coger fuerzas. Te espera un largo día por delante en el que estarás trabajando duro y puede que subiendo y bajando escaleras todo el día, así que ten contigo siempre botellas de agua y snacks para calmar el hambre.
Con tu inventario en mano, comprueba que todo está cargado en el camión o coche y asegúrate de que no te dejas nada.
Utiliza tus habilidades con el tetris para cargar muebles. Para ello será necesario que realices un entrenamiento previo que te permita ver las cosas de la vida real como piezas del juego.
-¿Quieres recompensar a tus amigos? ¡Invítalos a comer!. Está claro que no vas a ponerte a cocinar, así que ten preparado el número de la pizzería más cercana.
Ahora sólo te quedar descansar un poco y empezar a disfrutar de tu nuevo hogar. ¡Te lo mereces!
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