Reuniendo a la tropa

Una de las cosas más importantes a tener en cuenta es el número de personas que compartiréis piso.

Si te vas a vivir solo, pero solo solito solo o con tu pareja puedes pasar directamente al siguiente punto del manual. Pero para el resto de los jóvenes y precarios mortales, lo habitual es que terminemos compartiendo piso. Pero no os deprimáis, esto puede llegar a ser una gran experiencia. Pero para elegir con conocimiento de causa ten en cuenta que:

• Cuantas más personas compartáis piso, más barato os saldrá. 
• A más individuos, mejores fiestas. (Y menos que limpiar). 
• A más personas que convivan contigo, menos posibilidades de estar solo tendrás. Ya eso depende de las preferencias de cada uno. Y el miedo que le tenga al coco por las noches. 
• Cuantas más personas haya en el piso mayor será la imposibilidad de silencio absoluto. 
• Como se dice, cada uno es de su padre y de su madre, cuantos más compañeros tengas, más posibilidad de aprender otras costumbres y formas de pensar tendrás. 
• Eso sí, a la vez que aumenta el número de personas en una casa también puede aumentar el número de conflictos. 
• Al subir el número de personas también aumenta el número de posibilidades de que entre tus compañeros se incluyan personajes vaguetes, menos pulcros o poco afines a ti. 
• Al reducir el clan, será más fácil reunirse o hablar de aspectos relacionados con la convivencia o ajustar las cuentas de las compras comunes. 
• Se ha demostrado una disminución de transferencia de responsabilidades en las comunidades más pequeñas. Es decir, cuantos menos seáis, más difícil será desentenderse de las obligaciones comunitarias y más fácil la localización del culpable de la pila de platos en el fregadero. 

En mi opinión y experiencia, tres o cuatro personas son un número razonable, suficientes para que uno medie en caso de conflicto entre dos personas, pero no tantos como para escaqueos en el momento de la limpieza.

¿Y ahora, a qué esperáis? ¡Salid a cazar los mejores integrantes para vuestra tropa!